Tiene también la importante ventaja de que cuando se acaba el tratamiento, no se quitan los efectos, sino que la persona sigue teniendo un buen nivel de atención aunque ya no siga haciendo Neurofeedback.

El TDAH (Trastorno por déficit de atención e hiperactividad) es un trastorno que se manifiesta en la conducta del niño cuyo origen es una afectación neurológica y de probable transmisión genética que afecta entre un 5% y un 10% de la población infantil, llegando incluso a la edad adulta en un 60% de los casos. Se trata de un mal funcionamiento de una parte del cerebro, la del lóbulo frontal, que regula las emociones ejecutivas.

De modo general podríamos decir que estas funciones que se ven afectadas impiden al niño lograr una meta deseada. No es que no quiera llegar, sino que hay algo que se lo impide. Esa incapacidad es falta de autocontrol, ya sea relacionado con los impulsos o con otro aspecto, de hecho, a este trastorno también se le denomina como trastorno ejecutivo de autocontrol.

 

Afecta a la memoria de trabajo, el cambio atencional, la flexibilidad cognitiva, la ejecución de tarea doble, la planificación e hipofrontalidad.

 

Está afectada la desinhibición, la regulación de las emociones y los estados afectivos y la conducta y al procesamiento de las emociones positivas y negativas.  

Están afectados las autoinstrucciones, autoevaluación, y la Teoría De La Mente, es decir, la habilidad para comprender y predecir la conducta de otras personas, sus conocimientos, sus intenciones, sus emociones y sus creencias.  

Estás alteraciones que afectan a la regulación ejecutiva y emocional deben enfocarse desde el punto de vista terapéutico mediante entrenamientos que ayuden al afectado a autorregular sus emociones y su conducta, evitando la exposición emocional primaria y reflexionando sobre las futuras consecuencias y metas de su acción con el fin de evitar acciones disfuncionales especialmente en el plano social.

Las áreas anteriores del cerebro, encargadas del funcionamiento ejecutivo (atención dirigida, pensamiento crítico, control de impulsos) se ven actividad lenta excesiva, cuando debería ser justamente al revés.

Este patrón quiere decir que estos niños/as o jóvenes presentan un incremento de actividad o de excitación y en cambio presentan una disminución del estado de focalización/concentración, calma o relajación lo que se traduce en falta de atención, impulsividad o hiperactividad.

El Neurofeedback es un tratamiento de autorregulación del cerebro que potencia las habilidades cognitivas y psicofísicas generales y puede ser aplicado tanto en niños como en adultos. Tanto para la realización del perfil como para las sesiones de entrenamiento se le coloca un sensor al paciente en el cuero cabelludo y en cada uno de los lóbulos de la oreja. Estos sensores recogen información sobre la actividad eléctrica de su cerebro en tiempo real y lo traslada a un software que traslada esta información en forma visual y auditiva.

 El paciente tiene que realizar una serie de ejercicios similares a los de un videojuego con su mente (sin teclado, ratón,…) y cada vez que va logrando el patrón de ondas objetivo va avanzando en el juego y recibiendo recompensas auditivas. Es decir el juego le va informando de los logros que va alcanzando.