La TFE se basa en una conceptualización clara y explícita sobre el estrés relacional y el amor adulto.
La TFE tiene un estilo colaborador que fomenta la alianza terapéutica con los clientes y la creación de un ambiente cálido y seguro.
Respeta y se adapta a todos los estilos emocionales: Tanto a las personas que son expresivas emocionalmente y les gusta hablar de sus sentimientos, como a las personas que no se sienten cómodas o no les gusta tanto hablar de cómo se sienten.
Las estrategias de cambio y las intervenciones están muy claramente especificadas (Qué hacer, cómo hacerlo y en qué orden, exactamente) y el terapeuta sabe en qué momento del proceso se encuentra en cada sesión y cuáles son los objetivos terapéuticos para ese paso concreto.
La TFE es la terapia de pareja con más evidencia empírica de la actualidad.
Sus resultados llevan investigándose más de 20 años, incluyendo los procesos de cambio durante las sesiones de terapia